Sal 27, 8 Yo busco tu rostro, Señor
(Sal 27, 8) Yo busco tu rostro, Señor
8 Mi corazón sabe que dijiste: «Busquen mi rostro». Yo
busco tu rostro, Señor,
(C.I.C 2730) Mirado positivamente, el combate contra el ánimo
posesivo y dominador es la vigilancia, la sobriedad del corazón. Cuando Jesús
insiste en la vigilancia, es siempre en relación a Él,
a su Venida, al último día y al "hoy". El esposo viene en mitad de la
noche; la luz que no debe apagarse es la de la fe: "Dice de ti mi corazón:
busca su rostro" (Sal 27, 8).
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