Deut 5, 17 No matarás
(Deut 5, 17) No matarás
17 No matarás
(C.I.C 2319) Toda vida humana,
desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona
humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo.
(C.I.C 2268) El quinto mandamiento condena como gravemente pecaminoso el homicidio directo y voluntario. El que
mata y los que cooperan voluntariamente con él cometen un pecado que clama
venganza al cielo (Cf. Gn 4, 10). El infanticidio (Gaudium et spes, 51), el fratricidio, el parricidio, el homicidio
del cónyuge son crímenes especialmente graves a causa de los vínculos naturales
que destruyen. Preocupaciones de eugenesia o de salud pública no pueden
justificar ningún homicidio, aunque fuera ordenado por las propias autoridades.
(C.I.C 2322) Desde su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto
directo, es decir, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame
(cf. Gaudium et spes, 27), gravemente
contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión
este delito contra la vida humana. (C.I.C 2323) Porque ha de ser tratado como
una persona desde su concepción, el embrión debe ser defendido en su
integridad, atendido y cuidado médicamente como cualquier otro ser humano.
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