(Deut 5, 13-15) Día de descanso en honor del Señor
13 Durante seis días trabajarás y realizarás todas tus tareas. 14 Pero el séptimo día es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún otros de tus animales, ni tampoco el extranjero que reside en tus ciudades. Así podrán descansar tu esclavo y tu esclava, como lo haces tú. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor te hizo salir de allí con el poder de su mano y la fuerza de su brazo. Por eso el Señor, tu Dios, te manda celebrar el día sábado.
(C.I.C 2168) El tercer
mandamiento del Decálogo proclama la santidad del sábado: ‘El día séptimo será
día de descanso completo, consagrado al Señor’ (Ex 31, 15). (C.I.C 2170) La
Escritura ve también en el día del Señor un
memorial de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto: ‘Acuérdate
de que fuiste esclavo en el país de Egipto y de que el Señor tu Dios te sacó de
allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso el Señor tu Dios te ha mandado
guardar el día del sábado’ (Dt 5, 15). (C.I.C 2171) Dios confió a Israel el
sábado para que lo guardara como signo de
la alianza inquebrantable (Cf. Ex 31, 16). El sábado es para el Señor,
santamente reservado a la alabanza de Dios, de su obra de creación y de sus
acciones salvíficas en favor de Israel.
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