Éxodo 4 (pàginas selectas)
(Ex 4,22) Israel es mi hijo primogénito
22 Entonces tú le dirás: Así habla el Señor: «Israel es mi hijo primogénito.
(C.I.C 238) La invocación de Dios
como "Padre" es conocida en muchas religiones. La divinidad es con
frecuencia considerada como "padre de los dioses y de los hombres".
En Israel, Dios es llamado Padre en cuanto Creador del mundo (Cf. Dt 32,6; Ml
2,10). Pues aún más, es Padre en razón de la alianza y del don de la Ley a
Israel, su "primogénito" (Ex 4,22). Es llamado también Padre del rey
de Israel (cf. 2 S 7,14). Es muy especialmente "el Padre de los
pobres", del huérfano y de la viuda, que están bajo su protección amorosa
(cf. Sal 68,6). (C.I.C 441) Hijo
de Dios, en el Antiguo Testamento, es un título dado a los ángeles (cf. Dt
32, 8; Jb 1, 6), al pueblo elegido (cf. Ex 4, 22;Os 11, 1; Jr 3, 19; Si 36, 11;
Sb 18, 13), a los hijos de Israel (cf. Dt 14, 1; Os 2, 1) y a sus reyes (cf. 2S
7, 14; Sal 82, 6). Significa entonces una filiación adoptiva que establece
entre Dios y su criatura unas relaciones de una intimidad particular. Cuando el
Rey-Mesías prometido es llamado "hijo de Dios" (cf. 1Cro 17, 13; Sal
2, 7), no implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que
sea más que humano. Los que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel
(cf. Mt 27, 54), quizá no quisieron decir nada más (cf. Lc 23, 47).
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