(2Pd 1, 20) Nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía
[20] Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura.
El comentario sobre el “Catecismo Juvenil” (Youcat) es completo y se finalizan todos los comentarios anteriores sobre los textos fundamentales de la fe cristiana publicados en todos los años anteriores, a partir del año 2006. Todos los post y "Comentarios" de este blog pueden siempre ser visitatod y descargados con libertad.
[20] Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura.
[19] Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
[18] Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con él en la montaña santa.
[16] Porque no les hicimos conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. [17] En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la Gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección».
[13] Me parece justo que los mantenga despiertos, recordándoles esto mientras yo viva en esta tienda de campaña, [14] porque sé que muy pronto tendré que dejarla, como me lo ha hecho saber nuestro Señor Jesucristo. [15] Y haré todo lo posible para que, después de mi partida, ustedes se acuerden siempre de estas cosas.
[10] Por eso, hermanos, procuren consolidar cada vez más el llamado y la elección de que han sido objeto: si obran así, no caerán jamás [11] y se les abrirán ampliamente las puertas del Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. [12] Por eso yo les recordaré siempre estas cosas, aunque ustedes ya las saben y están bien convencidos de la verdad que ahora poseen.
[8] Porque si ustedes poseen estas cosas en abundancia, no permanecerán inactivos ni estériles en lo que se refiere al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. [9] El que no las posee es un ciego, un miope, porque olvida que ha sido purificado de sus pecados pasados.
[5] Por esta misma razón, pongan todo el empeño posible en unir a la fe, la virtud; a la virtud, el conocimiento; [6] al conocimiento, la templanza; a la templanza, la perseverancia; a la perseverancia, la piedad; [7] a la piedad, el espíritu fraternal, y al espíritu fraternal, el amor.
(C.I.C 1812) Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina (Cf. 2P 1, 4). Las virtudes teologales se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino. (C.I.C 1834) Las virtudes humanas son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Pueden agruparse en torno a cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
[4] Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de los malos deseos.
[3] Su poder divino, en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo necesario para la vida y la piedad, haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la fuerza de su propia gloria.
[1] Simón Pedro, servidor y Apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra. [2] Lleguen a ustedes la gracia y la paz en abundancia, por medio del conocimiento de Dios y de Jesucristo, nuestro Señor.
[11] ¡A él sea la gloria y el poder eternamente! Amén. [12] Les escribo estas palabras por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, para exhortarlos y atestiguar que esta es la verdadera gracia de Dios: permanezcan adheridos a ella. [13] La Iglesia de Babilonia, que ha sido elegida como ustedes, los saluda, lo mismo que mi hijo Marcos. [14] Salúdense los unos a los otros con un beso de amor fraternal. Que descienda la paz sobre todos ustedes, los que están unidos a Cristo.
[10] El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles.
[9] Resístanlo firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos dispersos por el mundo padecen los mismos sufrimientos que ustedes.
[8b] porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar.
[8a] Sean sobrios y estén siempre alerta,
[5] De la misma manera, ustedes, los jóvenes, sométanse a los presbíteros. Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes. [6] Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno. [7] Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.
[4] Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria.
[3] no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño.
[1] Exhorto a los presbíteros que están entre ustedes, siendo yo presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo y copartícipe de la gloria que va a ser revelada. [2] Apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación;
[18] Si el justo apenas se salva, ¿qué pasará con el impío y el pecador? [19] Por lo tanto, aquellos que sufren conforme a la voluntad de Dios, practiquen el bien, poniéndose en las manos de su Creador, que es fiel.